domingo, 4 de octubre de 2009

Cathy Ames o un alma deforme...

En el mundo hay monstruos nacidos de padres humanos. Algunos son visibles:seres contrahechos y horribles, con enormes cabezas o cuerpos diminutos; algunos nacen sin brazos o sin piernas. Son accidentes; no es culpa de nadie, como solía creerse. De la misma que naces monstruos físicos, ¿no puede haber monstruos mentales o psiquicos? Puede que la cara y el cuerpo sean perfectos, pero si un gen defectuoso o un óvulo malformado pueden producir una monstruosidad corporal, tal vez sea posible que el mismo proceso genere un alma deforme. En mayor o menor grado, los monstruos son variaciones de lo que se considera normal. Al igual que un niño puede llegar al mundo sin un brazo, también es posible nacer sin "generosidad o sin conciencia". Para un monstruo lo monstruoso es lo ordinario, ya que cada uno se considera a sí mismo normal. Para quien lleva un monstruo dentro, de sí, ello debe ser aún más tenebroso, ya que carece de signos visibles que le permitan establecer comparaciones con los demás. El que ha nacido desalmado considerará ridículo cualquier ser atento al dictado de su conciencia.
No debemos olvidar que un monstruo sólo es una variante y que, según su parecer, lo monstruoso es normal. AL ESTE DEL EDÉN. J. Steinbeck

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya curioso relato me gusta mucho tu blog un saludo y nos estaremos leiendo seguido jejeje

Merith dijo...

Hola José, gracias por tu comentario. Más que un relato es un extracto del capítulo 8 del libro "Al Este del Edén", te lo recomiendo, si te gusta la novela, te va a encantar.

Un saludo desde México, DF,

Merith